jueves, 9 de mayo de 2013

UNA HISTORIA SORPRENDENTE (Egipto)


6 de febrero


As-salaam-alaykum!
El destino o el azar -si es que acaso no son lo mismo- me han llevado a un breve pero muy intenso periplo por El Cairo, milenaria capital de una tierra cargada de historia, cultura y misterio.
Llegué como siempre, sin tener ni idea de qué se puede ver aquí (más allá de las pirámides, claro!), la lengua, los precios, la cultura y la realidad de una situación política que, si habéis estado al tanto de las noticias internacionales, sabréis que es bastante agitada. No creo que haya mejor manera de llegar a un sitio, porque, si tienes paciencia y fe en que todo termina saliendo bien (la fe es muy importante para no asustarse y poder dejarte llevar), tienes todo por descubrir, para asombrarte y para amar. Y claro, no todo siempre sale bien. A veces nos pegamos un bacatazo y decimos "esto no me volverá a ocurrir". Y aprender de los errores es tan importante como no tener miedo a cometer nuevos, pues si dejamos de arriesgarnos acabamos yendo por la vida con un escudo delante que nos impide ver la belleza del camino.
Como no iba a estar mucho tiempo en El Cairo y quería sacarle el máximo provecho, contraté a Ahmed, que lleva haciendo de guía desde antes de que yo naciera, para que me enseñara la ciudad. Me enseñó mucho más. Los variopintos barrios de la ciudad, las pirámides, iglesias, mezquitas, sinagogas o cualquier sitio que visitamos es mucho más que un lugar bonito o agradable donde vamos a echar unas fotos; es una reliquia que ha sobrevivido al tiempo y que,  solo conociendo su historia, las sensaciones que transmite y todo lo que gira alrededor de porqué se hizo, adquiere un significado y entonces, estaremos en posición de valorarlo como es debido.
Degusté un buen vino, pero no me bebí la botella y no hay espacio aquí para escribir todos los lugares increíbles que hay que ver en Egipto. Verlos sin prisa, al ritmo del país, parando para beber un té, fumar shisha y hablar con el de la mesa de al lado. Como dicen aquí, si sabes parar el tiempo, el día tiene 80 horas. Sí puedo hablaros de la impresión que da ver las inmensas pirámides y el arte que contienen dentro las tumbas egipcias; de descubrir que del antiguo egipcio ha sobrevivido algo más que sus monumentos; de que hay mucho que aprender de cómo han convivido aquí cristianos, judíos y musulmanes desde hace 2000 anos; de que las calles están cargadas de olores y extravagancias y de que la gente que ha nacido en este cúmulo de elementos, además de ser agradable y hospitalaria, tienen mucho que enseñar. Me quedo con ganas -entre muchas otras cosas- de ir al desierto y aprender de él, pero igual es mejor así, pues en esa experiencia inconclusa hallaré razones para volver insha'Allah.
En cuanto a la crisis y la tensión social que han ahuyentado a los millones de turistas que deberían haber aquí (no hay mal que por bien no venga, pues gracias a su miedo se puede ver todo sin aglomeraciones), debo decir que, por lo que he visto, lo que me han explicado y por la tensión que se siente en la calle, no hay peligro en visitar el país si evitas pasarte por Port Said (una ciudad a 200km de El Cairo) y por la plaza Tahim (el equivalente egipcio de la Puerta de el Sol cuando hay manifestaciones). Es impactante como el país se está ahogando económicamente por la falta de turismo y por el boicot financiero, energético y mediático de otros países de la zona que estaban más cómodos con el antiguo y corrupto régimen de Mubarak (que contaba con poderosos aliados como EEUU, Arabia Saudí e Israel). Las revueltas que hay no son sino jirones desgarrados de una cuerda que está demasiado tensa. En Egipto hay mucha boca para poco pan y, aunque el país cuenta con muchísimas riquezas, éstas están muy mal gestionadas (por ejemplo, es un gran exportador de petróleo y gas natural no refinado que luego tiene que importar refinado a un precio mucho más elevado) y peor distribuidas. La primavera árabe trajo la democracia hace dos años, pero no va a ser fácil para los inexpertos dirigentes del país y su población afrontar los retos que tienen por delante en medio de esta crisis económica y de un clima político en perpetua inestabilidad.
Más allá de la política, de las imágenes de fanáticos islámicos que salen en la televisión y de los viajes organizados que incluyen visitas a las pirámides sin ensuciarse demasiado, Egipto y sus habitantes tienen muchísimo que enseñar para el que se atreva. Yo espero volver algún día a terminarme esa botella.
Estreno nueva camara (he cambiado mi vieja compacta por una reflex) y aún no la domino mucho, pero ahí van algunas fotillos que se salvan (http://www.youtube.com/watch?v=obJOUmElFcs):


Que la paz sea contigo!
  أليغريا

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